Santiago 1: 3-4“…sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”.

La fe no solo se demuestra en creer, sino también en perseverar. Dios permite pruebas en nuestra vida para fortalecer nuestra confianza en Él. Cuando permanecemos firmes, nuestra fe produce paciencia, madurez y un carácter más semejante a Cristo.

El apóstol Pablo dijo en la carta a los Romanos 5:3-4 – “Nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza”.

De modo que Pablo lo explica de esa forma porque el aprendizaje ya había llegado a él, qué la tribulación no es para desesperarnos sino para acercarnos más a Dios, confiar en Él y saber esperar. El salmista en una ocasión dijo pacientemente espere en Jehova porque es ahí en medio de la prueba, donde se mide nuestra paciencia y habiendo hecho la voluntad de Dios vemos su respuesta.

La fe perseverante no se rinde. Confía en que Dios tiene un propósito en cada proceso, y al final, el fruto será madurez espiritual y victoria.

Tenemos un ejemplo bíblico

Job fue probado duramente, pero permaneció fiel. Al final, Dios lo bendijo el doble (Job 42:10). Su fe perseverante produjo un fruto de paciencia y restauración.

Confía en que cada prueba tiene un propósito divino. No abandones tu fe en medio de la dificultad y espera en el Señor.

Persevera en la oración, en la Palabra y en la obediencia.

Oremos

Señor, ayúdame a perseverar en la fe, aun en medio de las pruebas. Haz que mi confianza en ti produzca paciencia, carácter y madurez espiritual. Amén.