La fe que agrada a Dios
La fe no es un simple sentimiento, es la base de nuestra relación con Dios. No podemos acercarnos a Él con dudas ni incredulidad.
La fe no es un simple sentimiento, es la base de nuestra relación con Dios. No podemos acercarnos a Él con dudas ni incredulidad.
Caminar en fe significa avanzar confiados en la Palabra, aunque nuestros ojos no perciban resultados. Como dice 2 Corintios 5:7
La cruz de Cristo no fue un accidente ni un simple hecho histórico; fue el corazón del plan de Dios para nuestra salvación.
En medio de tantas voces y caminos, Jesús no es una opción más: es la única vía hacia el Padre. Acompáñanos en este encuentro íntimo con aquel que no solo nos muestra el camino, sino que es el camino.
Aunque merecíamos estar lejos de Dios, Él ideó un plan de rescate para nosotros: Jesucristo.
Dios no nos ha llamado para ser del común. Él nos ha escogido para ser diferentes, para marcar la diferencia en medio de un mundo que necesita ver el carácter del Reino.
«Que la palabra de Dios nos inspire a vivir con fe y esperanza, sabiendo que, pase lo que pase, estamos seguros en las manos de ÉL»
Pues la biblia dice que como queremos ser tratados así debemos hacer a los hombres. Si juzgas serás juzgado, si difamas serás difamado, pero si restauras serás restaurado.
Como en Caná, todos los días tenemos necesidades y no solo nosotros sino los que conviven a nuestro alrededor, qué bueno es saber que Jesús está con nosotros en esos momentos.
Tú también tienes razones para levantar un Eben-ezer por tus liberaciones y todas tus angustias, persecuciones y tormentos que no prevalecerán contra ti, porque “hasta aquí te ha ayudado el Señor”.