Jesús, el único camino
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”
(Juan 3:16).
En un mundo lleno de caminos, voces y filosofías, Jesús no se presenta como una opción más: Él se presenta como la única puerta hacia el Padre.
Muchos dicen: “todas las religiones llevan a Dios”. Pero Jesús, con ternura y firmeza, nos recuerda que la salvación no es una religión, sino una relación con Él.
Él no solo enseña el camino, Él es el camino. Su vida, su verdad y su sacrificio son el puente entre nuestra alma y el cielo. Cuando lo seguimos, no estamos perdidos, no caminamos a ciegas. Vamos de su mano, seguros, aunque el mundo diga lo contrario.
Las santas Escrituras declaran en hechos 4:12 “y en ningún otro hay salvación porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvo”, es decir que no hay ninguna otra autoridad, ninguna otra personalidad, ningún otro sistema que pueda efectuar el rescate del alma humana. El único camino para poder llegar al Padre es solo Jesús. Hoy vuelve a mirar a Jesús, fuera de Él no hay vida verdadera, ni dirección eterna.
Oremos.
Señor Jesús, gracias porque viniste a buscarme. No quiero caminar por senderos que me alejen de Ti. Sé Tú mi camino, mi verdad y mi vida. Tómame de la mano y condúceme al Padre cada día Amén.
Serie Devocional: A solas con Jesús.
Autor(a): Ps. Rosario Salazar
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