“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Hebreos 11:6)

La fe no es un simple sentimiento, es la base de nuestra relación con Dios. No podemos acercarnos a Él con dudas ni incredulidad. La fe agrada a Dios porque reconoce quién es Él y confía plenamente en Él.

• Romanos 10:17 – “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”

Porque según la palabra de Dios el Espíritu Santo despierta una respuesta dentro de nosotros y en la confiabilidad de esta palabra es donde hacemos descansar nuestra fe.

En la antigüedad hubo un hombre llamado Enoc, La vida de Enoc es un ejemplo de fe que agrada a Dios (Hebreos 11:5). Él caminó con Dios y fue hallado fiel. Su comunión constante reflejaba confianza y obediencia.

Y así como Enoc Dios desea que empiece a:

1. Creer en las promesas de Dios, aunque no las vea cumplidas todavía.
2. Orar con convicción, sabiendo que Él escucha.
3. Hacer actos de obediencia que demuestren mi fe.

Oración:
“Señor, hoy decido acercarme a Ti con fe sincera. Ayúdame a confiar en tu palabra, a caminar en obediencia y a agradarte con todo lo que soy.