Tito 2:11-12“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente”.
La gracia de Dios no solo nos salva y fortalece, sino que también nos enseña a vivir.
Muchos piensan que la gracia es solo perdón, pero en realidad es también una escuela de transformación espiritual. El Espíritu Santo usa la gracia para moldear nuestro carácter, apartarnos del pecado y guiarnos a una vida que refleje a Cristo, por eso, vivir bajo la gracia no significa tener libertad para pecar, sino tener poder para vencer el pecado.
Cada día la gracia nos susurra:
“Ya no vivas como antes, camina como hijo de Dios.
1 Pedro 2:11-12: “…que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir”.
Tenemos un ejemplo bíblico:
Cuando Jesús perdonó a la mujer sorprendida en adulterio (Juan 8:1-11), le dijo:
“Ni yo te condeno; vete, y no peques más.” Esa es la esencia de la gracia: perdona, pero también enseña a no volver al pecado.
- Permite que la gracia te corrija, no solo te consuele.
- Sé ejemplo de una vida transformada por la gracia ante los demás.
- Dedica tiempo para leer cada día un pasaje de los evangelios y observa cómo Jesús modeló una vida guiada por la gracia y la verdad.
Oremos
Señor, gracias porque tu gracia no solo me perdona, también me enseña a vivir de manera que te agrade. Ayúdame a ser obediente y a reflejar tu amor con mis acciones. Amén.
Serie Devocional: A solas con Jesús.
Autor(a): Ps. Rosario Salazar
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Facebook
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) WhatsApp
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva) Telegram
- Haz clic para compartir en Threads (Se abre en una ventana nueva) Threads
- Haz clic para compartir en X (Se abre en una ventana nueva) X