Hola, buenos días.

Hoy quiero compartirles uno de los textos más cortos de la Biblia, pero con una demanda enorme.
La oración es la llave para entrar ante la cámara secreta donde habita Dios. Bueno, Dios está en todo lugar, pero Él tiene un lugar santísimo donde está su trono y es allí donde Él desea vernos.

Ahora, el Señor no quiere simplemente que entremos a su lugar secreto, Dios nos propone en este pasaje que habitemos cerca de Él y hablemos con Él todo el tiempo.

Orar es un refrigerio y no una carga, es el momento en que podemos desnudarnos con confianza ante el Señor y mostrarnos tal cual somos.
Imagina que has pasado todo el día fuera de casa y lo único que anhelas es llegar a ella para despojarte de esa ropa y ponerte cómodo, actuar sin tanto protocolo y precaución y ser completamente sincero porque estás con las personas que te conocen tal como eres.

Ahora ¿cuánto nos conoce Dios? La respuesta es simple, nos conoce más de lo que nosotros mismos nos conocemos, lo sabemos y no podemos mantener apariencia ante Él. Pero ¿y quién quiere aparentar ante nuestro Padre que nos ama si solo allí hallamos reposo?

Así que mis amados, oremos sin cesar. Despojémonos del viejo hombre ante Dios y sintámonos en libertad para disfrutar ante el Padre maravilloso que nos conoce y nos ama.

Feliz día para todos.