En medio de las pruebas y las dificultades que enfrentamos, la palabra de Dios nos ofrece consuelo y dirección. Isaías 43:2-3 nos recuerda una promesa divina que resuena con fuerza en nuestros corazones: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás ni la llama arderá en ti, porque yo, Jehová, soy tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador”.
Esta promesa es un faro de esperanza que nos guía a través de las aguas turbulentas y los fuegos de la vida. Dios nos asegura que no estamos solos; Él está con nosotros, sosteniéndonos y protegiéndonos. En los momentos más oscuros, cuando la confusión y la desesperación amenazan con abrumarnos, la promesa de Dios trae claridad, paz y consuelo a nuestras vidas.
No importa la adversidad que enfrentemos, ya sea económica, de salud, familiar o legal, Dios está presente. Él es más grande que cualquier desafío y tiene el poder de transformar nuestra tristeza en gozo. La fe en esta promesa divina es lo que nos permite superar los obstáculos y salir fortalecidos.
Por eso, cuando sientas que tu fe flaquea ante la adversidad, recuerda que Dios nunca te dejará. Él ha prometido estar con nosotros hasta el final, y esa es una promesa en la que puedes confiar. Así que, en lugar de centrarte en las dificultades, enfoca tu mirada en la fidelidad de Dios y en su amor inquebrantable y permite que esta promesa de seguridad en Cristo sea la roca sobre la cual construyas tu vida.
«Que la palabra de Dios nos inspire a vivir con fe y esperanza, sabiendo que, pase lo que pase, estamos seguros en las manos de ÉL»
Oremos juntos: Padre celestial, en el nombre de Jesús, te presentamos nuestras vidas. Conoces cada necesidad y cada lucha que enfrentamos. Te pedimos que nos des la fuerza para confiar en tu promesa y la paz que solo tú puedes dar. Protege nuestro caminar y ayúdanos a recordar que siempre estás a nuestro lado. Amén.
Tomado del episodio #1 de nuestro Podcast: «Un Consejo de Dios Para la Familia»
Edición & Redacción: Jorge Garcia.